Es un deporte que engancha. El paddle surf está ganando adeptos por todo el mundo, y nuestro club no podía quedarse atrás en la práctica de esta disciplina. El pasado sábado, 6 de agosto, más de 200 niños acudieron a la segunda de las exhibiciones que se celebran en nuestro club… esta vez no en la piscina, sino en el río Arga. Y es que una de las ventajas del paddle surf es que, aunque es en los lugares de costa donde ha alcanzado su máximo apogeo, puede practicarse en cualquier superficie acuática. Otro de los puntos fuertes con los que cuenta, frente a otros deportes similares, es que su técnica es muy sencilla y se aprende enseguida: “desde el minuto uno, las personas que lo practican empiezan a disfrutar. Resulta muy sencillo mantenerse en pie y en tan sólo 30 minutos se aprende a remar, tal y como pudieron comprobar los participantes en la exhibición”, explicaba Óscar Learte, uno de los monitores .
Además de ponerlo al alcance de los usuarios en las demostraciones, se van a poner en marcha una serie de cursillos para aprender a practicar este deporte. Así, durante 5 sesiones de 1,5 horas de duración que se desarrollarán de lunes a viernes, los alumnos podrán adquirir los conocimientos necesarios para realizar con seguridad todas las maniobras. Desde la remada básica a los giros rápidos para coger olas al estilo surf. También conocerán los diferentes tipos de material dependiendo de las condiciones del lugar en que se practica y las circunstancias a tener en cuenta antes de entrar al agua para realizar la actividad con toda seguridad. “La idea es que puedan ser autónomos a la hora de realizar sus salidas”, apuntaban los responsables de la formación, que además aseguraban que “la versatilidad del paddle surf permite aplicarlo a playas con oleaje, y también a lugares más tranquilos como ríos o pantanos, donde incluso poder practicar ‘sup yoga’ (posturas de yoga sobre la tabla)”.
Por tan sólo 40 euros para los niños, y 50 para adultos, es posible aprender un deporte con el que poder disfrutar de una visión diferente de nuestro río. Un paseo por el Arga descubriendo algunos de sus rincones con más encanto, pero también la posibilidad de surcar diferentes playas y enclaves acuáticos. Todo gracias al deporte de moda que como no podía ser de otra manera, también tiene su hueco en Amaya.