La primera vez que pisó la Ciudad Deportiva Amaya, a Saioa Marcilla le impresionó la amplitud de sus instalaciones, lo cuidado de sus zonas verdes y el buen ambiente. Su novio y toda la familia de éste eran socios desde la fundación del club, así que en cuanto encontró un trabajo estable no se lo pensó dos veces: se hizo socia ella también. Eso fue el pasado mes de enero, y aunque pensaba hacerlo de todos modos, la suerte quiso que su pareja fuera una de las 50 personas agraciadas en el sorteo que, con motivo del 50º aniversario, permitía asociarse con una cuota entrática de 50 euros.
De este modo, y aunque su horario laboral no le permite utilizar el club todo lo que le gustaría, desde entonces Saioa comenzó a utilizar la piscina cubierta: “además, estoy pensando en apuntarme a alguno de los cursillos que se ofrecen. Y la verdad que el que más me tienta es el de bailes”, explicaba esta pamplonesa de 27 años.
Otra de las cuestiones que más le tentaron a la hora de darse de alta fueron los nuevos proyectos, especialmente el del nuevo txoko-merendero: “me parece una muy buena idea porque te da la posibilidad de contar con un espacio a cubierto para poder hacer comidas y cenas en familia o con amigos durante todo el año… Creo que lo utilizaremos mucho”, aseguraba Saioa, quien además apuntaba que “de cara a un futuro, cuando tenga hijos, el hecho de que formen parte de un club deportivo me parece muy positivo para ellos a la hora de jugar y socializarse”.
Y es que, de momento, Saioa sólo ha encontrado ventajas a esto de formar parte de la gran familia de Amaya.